Todas las placas de sonidos tienen un programa que hace de mixer, estos programas están para que podamos tener un control total de las funciones de la placa.
Por un lado tenemos el control del Volumen Maestro, esto controla el volumen general de todo lo que está sonando a través de la placa.
Tenemos la función grabar, es aquí donde tenemos que decirle a la palca que tipo de señal vamos a grabar, en mi caso señal de línea. También podemos elegir la resolución de la grabación del audio, pongan 48Khz/24Bits. Mas adelante veremos que es esto. Junto a esto en mi placa está el control del volumen de grabación.
También tenemos que encontrar en el mixer el control del volumen de la entrada de línea.
Como antes dije, el volumen general es solo eso y para eso. El volumen de grabación es el que controla que tan alta o baja será la grabación de la señal de entrada y el control del volumen de la entrada de línea es solo un retorno con el que podemos controlar el volumen de escucha del instrumento que estamos grabando. Por ejemplo, si el instrumento que estamos grabando suena muy fuerte, con ese control podemos bajarle el volumen para poder escuchar los demás sonidos del tema. El bajar el volumen del retorno, no afecta al volumen de la grabación, este control es solo para monitorear al instrumento. Teniendo en cuenta esto, hacemos sonar el tema y nos ponemos a tocar el instrumento para ver como está el volumen con relación a lo demás (si el instrumento tiene un control de volumen de salida, este tiene que estar al máximo). Una vez ajustado el volumen de monitoreo, paramos la música y seguimos con los demás ajustes.
Ahora viene lo difícil. Tenemos que insertar una pista de audio y prepararla para grabar luego comenzar a grabar el instrumento y mientras suena ir moviendo el “control de volumen de grabación” hasta lograr el mayor volumen posible sin que sature la señal. Esto hay que hacerlo en diferentes partes del tema ya que seguramente habrá partes muy suaves donde el instrumento sonará con un volumen bajo y hay partes donde el instrumento sonará mas fuerte por la dinámica del tema y la forma de tocar cada parte. Tenemos que encontrar un punto medio entre la grabación de la señal de la parte suave y la parte fuerte. Si en la parte suave subimos mucho el control del volumen de grabación, cuando llegue la parte fuerte, saturará. Lo recomendable seria buscar en el tema la parte en donde el instrumento sonaría mas fuerte y hacer la prueba ahí. Hay que subir el control hasta que la señal esté casi al máximo pero también hay que dejar un pequeño margen por si por casualidad el músico toca una parte mas fuerte de lo esperado.
Junto con la señal de nuestro instrumento se graba una pequeña dosis de ruido, ruido generado por la circuiteria de todo el sistema, ruido que está aunque no lo escuchemos. Hay algo que llaman “relación señal/ruido”, esto es la diferencia de volumen entre el ruido del que hablamos y el volumen de la señal (el instrumento). Cuanto mayor sea esa diferencia menos se va a escuchar el ruido porque la señal enmascara al ruido. Pero si la señal está grabada a un volumen bajo, la relación señal/ruido es pequeña, esto nos genera la necesidad de subir el volumen de la pista para subir el volumen del instrumento. Al hacer esto subimos el volumen del instrumento pero también el del ruido que se grabó con el instrumento.
En esta imagen podemos ver el ruido grabado junto con una señal baja
La relación señal/ruido marca la diferencia entre un tema bien grabado y uno que no lo está. Si la relación señal/ruido es baja en todas las pistas, vamos a escuchar un tema con un sonido “sucio”, esto no se puede arreglar con nada.
Tomas perfectas hacen temas perfectos (hablo del sonido).
Una vez realizadas estas pruebas de grabación y luego de verificar que la señal que grabamos tiene un buen volumen, estaríamos listos para comenzar.